La EBU y la Tarjeta Europea de Discapacidad: qué queremos para el futuro

La EBU acoge con satisfacción el anuncio en la nueva Estrategia para los Derechos de las Personas con Discapacidad de una Tarjeta Europea de Discapacidad que abarque la totalidad de la UE, como una de las “iniciativas emblemáticas”. La EBU también valora positivamente el compromiso de presentar una propuesta para la tarjeta para finales de 2023. La Tarjeta Europea de Discapacidad puede jugar un papel muy positivo a la hora de garantizar la libertad de movimiento real de las personas con discapacidad en la UE.

Durante los últimos años la EBU ha hecho un seguimiento del proyecto piloto en curso de la Tarjeta Europea de Discapacidad en los ocho países participantes, por ello es plenamente consciente de las ventajas y limitaciones del programa, dados los comentarios y opiniones expresados por sus organizaciones miembro en los ocho Estados participantes.

La EBU hace un llamamiento a las partes interesadas a nivel europeo y nacional, legisladores y organizaciones de la sociedad civil, para exigir la ampliación de la iniciativa de la Tarjeta Europea de Discapacidad, para que se convierta en lo que los ciudadanos con discapacidad desean que sea: un programa a nivel europeo para el reconocimiento de la discapacidad, a fin de poder acceder en igualdad a servicios asociados a esta condición.

Más en concreto, además de ampliar su alcance geográfico, para que la tarjeta realmente tenga un valor añadido las ventajas ofrecidas deberían ser las mismas en todos los países de la UE. Las prestaciones deberían ser más atractivas, cubriendo una serie de servicios más amplios relacionados con la vida diaria y el turismo, como el transporte y el acceso a museos.  

También nos parece del todo lógico que se tenga en cuenta, no solo la experiencia del proyecto piloto en curso de la Tarjeta Europea de Discapacidad en los ocho Estados miembros participantes, sino también la del programa de la Tarjeta Europea de Aparcamiento para Personas con Discapacidad, ya que es algo tan relevante.

La tarjeta, más allá de garantizar ventajas y servicios puntuales para personas con discapacidad, debería servir como instrumento para el reconocimiento mutuo de la condición de discapacidad. Creemos que la forma más práctica de avanzar no consiste en intentar armonizar los distintos sistemas de la UE para la evaluación de la discapacidad, sino más bien, en línea con el enfoque general en materia de seguridad social, en coordinar las distintas legislaciones. De hecho, es importante ampliar, clarificar y concretar el alcance del reconocimiento mutuo de la condición de discapacidad, para que la tarjeta pueda ser un instrumento realmente útil que responda a las necesidades de los ciudadanos con discapacidad.

La EBU valora positivamente el compromiso de la Comisión con la participación de las organizaciones de personas con discapacidad en la implementación de la Estrategia. Es la intención de la EBU participar de forma activa y plena en el proceso. La Plataforma para la Discapacidad será fundamental en este sentido, y en el momento de escribir estas líneas, esperamos las conclusiones del Consejo Europeo de junio de 2021 para tener una mejor idea de cómo será la estructura para el diálogo.

Por: Maria Kyriacou, secretaria general de la EBU.